Por: Daniela Toro Tejada
Es necesario partir de la premisa de que las TIC hacen parte de la cotidianidad del ser humano; de hecho, las tecnologías de la información y la comunicación están inmersas en cada actividad que día a día realizamos.
La conectividad gracias a un dispositivo
móvil o el consumo de toneladas de información por medio de las redes sociales,
son claros ejemplos de las maneras de relacionarnos y de comprender el mundo por
medio de la mediación de las TICS. Por lo tanto, estas forman parte de los
diferentes sectores sociales incluyendo al sector productivo, económico,
científico, cultural, e indiscutiblemente, el educativo.
Sumado a ello, como respuesta
para lograr la meta de la globalización, se comprende al mundo como una aldea global de conocimiento, incorporado
las TICS en el ámbito educativo para fortalecer los procesos de enseñanza y de
aprendizaje en las aulas, facilitar el acceso universal a la educación, apoyar
la labor de docentes y mejorar la gestión y dirección de la educación.
Por consiguiente, es labor de
directivos y docentes asumir el reto fortalecer en ellos la competencia digital
para apropiarse de diversas herramientas de las TICS que permitan el mejoramiento
de la calidad del servicio educativo. Al respecto, el Ministerio de Educación y
Formación Profesional del Gobierno de España expresa que:
“La competencia digital (CD) es
aquella que implica el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de la
información y la comunicación para alcanzar los objetivos relacionados con el
trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el uso del tiempo libre, la
inclusión y participación en la sociedad.”
De esta manera, el fortalecimiento
de la competencia digital no solo se debe asumir como un reto para hacer uso
adecuado de las TICS en el salón de clases, sino que se debe lograr generar
ambientes de aprendizajes enriquecidos por las TICS en cinco ejes esenciales: dirección
institucional, infraestructura TIC, coordinación y Docencia TIC, docentes de
otras Áreas y aplicación de los recursos digitales.
Finalmente, es necesario puntualizar
que el uso de las TICS en el ambiente educativo deben trascender la postura de
una simple sustitución de una herramienta por otra, sin darse un cambio sustancial
en los procesos llevados en la escuela, sino que se debe lograr alcanzar el
ideal de que las herramientas digitales redefinan las actividades de
aprendizaje desde posturas antes inimaginables, tal y como lo plantea Rubén
Puentedura (2006) con su modelo SAMR, el cual facilita a los docentes y
directivos visualizar claramente cómo pueden transformar las TIC los ambientes escolares
tradicionales.
Es por ello que la apropiación de
las tecnologías de la información y la comunicación se debe convertir en la
principal aliada para llevar a cabo todos los procesos que se den en las
diferentes gestiones escolares.
REFERENCIAS
Ministerio de Educación y Formación Profesional. (s. f.). Competencia Digital. Recuperado 26 de mayo de 2022, de https://educagob.educacionyfp.gob.es/curriculo/curriculo-actual/competencias-clave/digital.html#:%7E:text=La%20competencia%20digital%20(CD)%20es,y%20participaci%C3%B3n%20en%20la%20sociedad.
Puentedura, R. (2006). Transformation, Technology, and Education. Recuperado el 15 de enero de 2015 de Hippasus: http://hippasus.com/resources/tte/